Sitges me encantó. Es un destino popular para personas del grupo LGBT, además de sus playas nudistas y bonitas casas frente al mar. Para llegar a Sitges cogimos un tren desde la estación Barcelona, el billete costó cerca de 9 euros por persona y el recorrido duró poco menos de 1 hora.
Esperando el Tren, tuvimos que preguntar para asegurarnos de no tomar el correcto.
Había un mercado diagonal a la estación, no muy popular según parece.
Nos guiamos por el GPS... aleluya el que lo inventó porque las calles estaban desiertas a las 10 de la mañana
Llegamos a CALI!!! WOOOW -_-
Nos tomó cerca de 10 minuto llegar a la playa.
A las 10 de la mañana había poquísima gente y el agua estaba helada.
Caminamos por un paseo para buscar una playa bonita.
El agua estaba helada, era mi primera vez en el mediterráneo
Parròquia de Sant Bartomeu i Santa Tecla
Se iba a celebrar una boda.
jajaja alguien no toleraba el sol.
El color del mar era muy bonito.
Calles muy bonitas
Una tienda con mi nombre, que lindo! Aprovechamos para comer un heladito en una tienda de al lado.
Nos detuvimos a comer algo en una panadería.
Esperando el tren, como quien espera un bus.
Sitges me pareció fenomenal, me gustaba ver a la gente besarse -hombre con hombre 👅- y a las chicas sin bikini por arriba mostrando las tetas, era bueno ya que en mi país no dejan. A las horas de haber llegado ya había mucho turista como si hubieran llegado todos en un mismo tren,,, jajaja Recuerdo que al pasar por el tren de regreso a Barcelona pillamos por la ventana una playa enteramente nudista y yo como que: WOOOOOW déjenme aquí señor conductor de tren. jajajaja
Sitges me dio una impresión enorme de Paz, no sé por qué. Tal vez por lo pequeño, hogareño, sencillo, turístico, abierto de mente, no sé pero me encantó.
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