Turquía está en medio de dos continentes, Europa y Asia. Es un pais rico en historia y tesoros arqueológicos.
Nuestro viaje inició en el aeropuerto de Dubai, el vuelo era con la aerolínea de Pegasus -hasta ese momento el más barato-. Aterrizamos en Estambul en uno de los 2 aeropuertos que hay, el de ricos estaba al otro lado -cerca a los sitios turísticos- el segundo era el de los pobres -se sabe porque Pegasus la usaba-. Ok, para ser honesta no estoy segura jeje. Esta vez en total íbamos 4 personas, fer, sus 2 hijos y yo. Viajamos en la última semana de febrero y para mi suerte o desdicha - según como la gente lo vea- estaba nevando, era suuuuuuuuuper frío y bonito ya que fue mi primera vez con la nieve.
Del Sabiha Gokcen International Airport fuimos al hotel Istambul Marriott Hotel Asia para dejar nuestras mochilas -No llevábamos equipaje pesado- y descansar del vuelo de 4 horas. Decidimos ir por busca de aventuras pero primero debíamos averiguar como encontrarlas. Cogimos un taxi hasta la estación del metro ya que era imposible caminar por las calles con tanta nieve.
Fuimos hasta la parte turística de la ciudad, el metro fue muy rápido sin contar con el tiempo que perdimos tratando de saber a que dirección debíamos ir porque era muy confuso. Luego de tomar nuestro almuerzo en el cual probamos la sopa de lentejas más deliciosa de nuestra existencia. Fuimos a recorrer las calles de estambul hasta llegar al museo arqueológico no sin antes pasar por el famoso Bósforo - estrecho que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara separando Estambul en dos partes: la europea y la asiática. -
Luego del museo solo antojaba jugar a guerra de nieve, más de uno terminó con el pelo y la cara fría pero para recuperar calor fuimos a un restaurante local a probar el famoso café turco. DIOS!!!!! era horrible y por esa misma razón supongo es tan famoso jajaja
Regresamos lo más pronto posible al hotel pero esta vez caminamos por entre la nieve hasta un carrefour que había por la zona para comprar algo de comer ya que era más barato. claro... nada como pasar por la entrada de un buen hotel con las bolsas del mercado... jejeje
Al día siguiente fuimos a la Mezquita azul, a Santa sofía y el gran bazar.
La Mezquita Azul es la mezquita más importante de Estambul. Su nombre en turco es Sultanahmed Camii, Mezquita del Sultán Ahmed, ya que fue construida por el Sultán Ahmed I entre 1609 y 1616. Fue inaugurada en el año 1617 durante el mandato de Mustafá I.
En la Mezquita azul tuvimos que hacer una larga fila para entrar, la nieve caía del techo y el piso estaba muy resbaloso, era obligatorio quitarse los zapatos. Eran tan imbéciles como para hacer quitar a la gente su calzado con tanto frío...
Santa Sofía o, como la llaman los turcos, Ayasofya, es el símbolo de Estambul. Fue construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537 y es una de las obras maestras del arte bizantino.
Santa sofía fue excepcional, era algo que todas las personas deben ver por lo menos una vez en la vida, era gigante, hermoso y te podías imaginar cientos de cosas pero yo solo pensaba en assassins jeje me lo imaginaba saltando por todos los muros y matando guardias invisibles...
En el gran bazar se puede encontrar de todo, incuso hay vendedores que intentan hablarte en español para lograr una venta, pero eso si, siempre intentarán meterte una alfombra hasta por la nariz... caminar por el gran bazar requiere su esfuerzo, en especial para no perderte. Es uno de los mercados más grandes y antiguos del mundo.
Logré una foto con un tipo que se quedó congelado bajo la nieve de tanto barrer.... jejeje en el parque del Sultán Ahmet. Regresamos al hotel luego de tanto paseo.
El Palacio Topkapi es el mejor reflejo de la época imperial en Estambul y simboliza el poder que alcanzó Constantinopla como sede del Imperio Otomano. Desde este palacio los sultanes gobernaron su imperio hasta mediados del siglo XIX.
Nuestra visita al palacio Topkapi fue increíble, yo, carolina, jamás había visitado uno. Hay partes donde exhiben muchas joyas, tantas que son imposible recordarlas pero lo más difícil es resistirse no tomar foto ya que está prohibido. El palacio es tan grande que lleva todo el día recorrerlo. Había momentos en que me imaginaba a mi misma como una gran princesa usando una e las enormes espadas que está exhibidas y protegiendo el palacio de los malhechores.
A estas alturas ya cambiamos de hotel, nuestro hotel estaba a las afueras de la ciudad en un sitio universitario, era muy calmado, solo y hermoso. Decíamos que era un hotel fantasma maligno porque no había gente, o muy poca y era oscuro y con estatuas que daban miedo. esta vez sobrevivimos al hambre gracias a un minimercado que había a pocos metros del hotel y a un restaurante de comida rápida.
Estambul nos unió mucho y conservamos muy buenos recuerdos de tantas risas y tonterías que dijimos los 4... Diría que es de esos viajes que nunca se repiten porque si hicieras un viaje así por segunda vez no sería lo mismo...
En Estambul probamos muchas cosas nuevas pero nada pudo igualar a la sopa de lentejas. Fer y yo nos fuimos de allí con un tatuaje nuevo... yo con su nombre y él con una luna.
http://www.estambul.es/mapa
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