Maldivas 2015 - Hulhumale

Maldivas tiene fama de ser un paraíso y tener muchas islas hermosas además  de una increíble vida marina. Es el sitio al sitio que muchas parejas de enamorados eligen para casarse o ir de luna de miel.

En esta ocasión tuvimos vuelo con conexión en Sri Lanka -normalmente piden tarjeta de vacuna contra la fiebre amarilla si vienes de algún país latinoamericano-. Llegamos casi que al medio día. El calor nos golpeó apenas salimos del avión. El aeropuerto queda en Hulhumale, una isla aparte de Male, la capital.
Tuvimos que esperar un buen rato antes que nos recogieran por parte del hotel. Por el camino pudimos apreciar la playa, el verdor y... la suciedad. Nos desilusionó mucho ver que el camino estaba lleno de basura, escombros y construcciones a medio terminar. La culpa era de la gente que habitaba la isla, gente sin cultura, indios que vivían en la inmundicia y parecía que les gustaba ese tipo de vida así. Nadie se afanaba por limpiar ni parecían apreciar la belleza de la isla. Lo más gracioso era ver a las mujeres tapadas con semejante calor ¿Cómo podían permitir que el machismo de la religión las reprimiera? ¿acaso eran ciegas? El islam era lo peor para las mujeres y en especial para mí, puesto que yo no iba tapada ni mucho menos; usaba pantalones cortos y una blusa así que los hombres me seguían y desnudaban con la mirada. Hipócritas. Supe todo esto luego de hospedarme e ir a la playa.

El hotel era Crystal Beach Inn, uno de los muchos que estaban construyendo y arruinando el paisaje tenía 4 pisos y el último era donde se desayunaba -el peor desayuno del mundo lo tomamos allí, era de risa jajaja -. Era una zona hotelera del común. La playa quedaba a 1 cuadra de distancia y estaba sola. Vimos un rompeolas a cierta distancia de la playa, de lo contrario las olas harían mucho daño a las infraestructuras de la isla. 

Decididos a no malgastar el resto del día nos fuimos a hacer Snorkeling por medio de una persona que conocían en el hotel, el muy desgraciado nos cobró demasiado y nosotros como no sabíamos el precio real, aceptamos. Primero fuimos a un cajero automático para tener dinero pero funcionaba para todo el mundo menos para nosotros. 

Era la primera vez que hacía Snorkeling y fue asombroso. cogimos un bote cerca al pueblo y nos fuimos hasta una pequeña isla en donde había una fábrica de atún o eso pensamos luego de descubrir los cadáveres de unos atunes. Menos mal que los humanos no pueden vivir bajo el agua o nosotros nunca hubiéramos sido testigos de tanta majestuosidad. Era más increíble que cualquier documental y habían más peses que en la película de buscando a Nemo. 








 De regreso al hotel nos tomamos un descanso pues nadar nos cansó mucho. En la noche fuimos a recorrer el lugar en busca de algo para cenar -Probamos las peores Pringles del mundo-, entramos a una agencia turística para preguntar precios y excursiones y tomar nota de posibles cosas para hacer. Más tarde nos fuimos a la orilla de la playa para observar el cielo y hablar del pasado, presente y de un futuro muy incierto. El Cielo era tan magnífico como el del amazonas y la idea de estar en medio del mar en una mini isla te hacía sentir diminuto y poderoso. Al pisar la arena debíamos tener muchos cuidado pues abundaban cientos de bichitos que vivian en sus conchas y salían a caminar y reunirse en la playa. Fer intantaba hacer un vídeo muy serio para colgar en su facebook pero yo me sentía como Steve Irwin el cazador de cocodrilos que tantas boberías decía en sus documentales. 



Unos locales se nos acercaron a advertirnos de que no deberíamos pasear a solas por la playa... solo por precaución... De ahí dedujimos que algo malo había ocurrido en el pasado y para ser honestos luego de ver la clase de gente que habitaba en la isla ya no nos sorprendía. Perdí un arete que había comprado en el amazonas.

Al volver al hotel descubrimos que la gente dejaba sus zapatos en la entrada, nosotros hicimos lo mismo porque coincidimos que llenaríamos todo de arena si subíamos a la habitación con ellos puestos. 

Nos divertimos pintándonos las caras de animales. Fer me pintó de gatita y yo a él de jabalí.



A la mañana siguiente me levanté muy temprano y a escondidas bajé a la playa, quería recibir el sol y un nuevo día de la mejor forma. Me encontré con los animalitos de nuevo, fue maravilloso!





Luego de ganarme un regaño por salir sola nos fuimos a desayunar y al muelle donde estaba el ferry para ir a Male. La idea era buscar un cajero automático para sacar dinero, sospechábamos que el de Hulumale estaba dañado o no respondía a tarjetas extranjeras. Una vez en el muelle y mientras estábamos comprando nuestros tiquetes a Male, uno de los indios se coló y compró su tiquete mientras la cajera nos atendía. Ese fue el colmo del atrevimiento....

En Male todo era viejo, sucio y basura por todos lados, calles con mini andenes y ruido... Luego de caminar encontramos el cajero, el problema no era el cajero, era la forma de transacción, lo que había que hacer era hacer otro tipo de transacción en lugar de cuenta de ahorros o algo así, no recuerdo bien.

Volvimos a coger un Ferry que nos dejó en el Aeropuerto, allí almorzamos un poco de comida rápida y probé una limonada excelente. Tuvimos que esperar mucho rato por el bus, la gente se acumulaba y el calor era insoportable. Tuvimos bonitas vistas de la isla cuando cogimos el bus, los colores del mar se veían increíbles. 

Decidimos descansar en la playa y relajarnos, Fer se acostó a dormir mientras yo buscaba en vano uno de mis aretes. Fer encontró uno.

Propuse la idea de ir caminando por toda la playa hasta el final, nos encontramos con mucha gente en el lado norte de la isla, allí alquilamos en un centro deportivo un Kayak. A Fer le tocó remar ante mi inutilidad y falta de coordinación, así que quedé como la líder, osea que estiré la pierna como la gran vaga y decía a dónde ir... jejeje

Algunas de las frutas que se ven allá
Esperando el Bus

Playa al atardecer




Con ese mismo centro deportivo decidimos tomar un tour a un resort con todo incluido para el día siguiente. Iríamos a Centara Ras Fushi Resort Spa Maldives. Cenamos en un resturante chino, Fer me compró un collar artesanal de un pez muy bonito. Aquella noche volvimos al maquillaje y quedé como un payaso.


A la mañana siguiente nos presentamos a la agencia turística, fuimos recogidos por un auto y tras personas. Nos dejaron en el muelle para coger el ferry hasta Male, allí no había nadie esperándonos tal como debieron y no supimos a dónde ir hasta que un guía de otra agencia nos indicó por dónde era. Él esperaba a otra pareja que venía en el siguiente ferry. Ya en el bote que iría hasta Centara nos entretuvimos con el paisaje. Vimos que habían turistas y trabajadores del hotel que iban a su jornada de trabajo.

Fuimos separados por grupos al llegar, los huéspedes, trabajadores y los visitantes. Hubo un grupo de visitantes que fueron por su propia cuenta, sin agencia ni nada, pagaron y les dejaron entrar, Fer me recalcó que eso era lo que había querido hacer. Entregamos un sobre que nos habían dado por parte de la agencia -que contenía el dinero- y nos dejaron ingresar.






Buscamos unas sillar para instalarnos y disfrutar del lugar, había una piscina con un bar dentro y sitio para hacer Snorkeling. Almorzamos de maravilla, había de todo y era delicioso. Nuestra estancia en el resort fue increíble, de cuento de fantasía. 

De regreso a Male tampoco había un gruía esperando ni nada, dogimos ferry hasta Hulumale y tampoco había nadie esperándonos, -como se suponía que debió ser.- Estábamos muy molestos y fuimos a reclamar a la agencia, pero sólo decían que no iban a devolver nada y que debían pagar honorarios.... Nos querían pagar con una taza de té. Para ser honestos nos timaron, los de la agencia sólo hicieron una llamada y nos llevaron hasta el ferry -que quedaba a poca distancia de la agencia turística, 3 minutos en carro-. Fer estaba muy enojado y amenazó con ir a la policía y nos fuimos. Al poco tiempo un hombre nos alcanzó en moto y nos pidió regresar para arreglar las cosas. Regresamos y nos dieron cerca de 30 dólares. Fer se conformó y nos fuimos de allí. Al día siguiente teníamos vuelo con Emirates hasta Dubái.


Peor agencia del mundo.

Como regalo a Fer he decidido colgar un vídeo donde hago de boba máxima. Sé que le gusta.


                                     

En Maldivas vivimos muchas experiencias buenas y malas, las malas nos sirven de aprendizaje y las buenas nos alegran la vida hasta el día de hoy.

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